jueves, 21 de diciembre de 2017

Por qué escribo reseñas y no críticas

Hace algunos meses, a raíz de un post de Mariano Villarreal en Facebook, se estableció una discusión bastante interesante sobre la importancia (o no) de las reseñas literarias. Uno de los aspectos que surgió fue la diferencia (si es que la hay) entre reseña y crítica, y los elementos que caracterizan a una y a otra. Se trata de un tema que hace tiempo que vengo meditando y del que tenía ganas de escribir sin encontrar nunca la ocasión. Animado por el diálogo que se estableció, me decidí finalmente a plasmar mi opinión en un artículo. 

Es cierto que los términos "reseña" y "crítica" se emplean muchas veces prácticamente como sinónimos. Se trata de algo natural, puesto que entre ambas existen muchas similitudes. Pero también hay algunas diferencias que considero importantes. Podríamos hablar de aspectos como la extensión, la objetividad o las herramientas utilizadas, pero el que hoy me interesa tratar es el del objetivo. ¿Qué se persigue con una reseña? ¿Y con una crítica? 

En este particular, estoy completamente de acuerdo con lo que escribe Anthony Boucher en la introducción de In Search of Wonder, el libro de ensayos de Damon Knight, cuando contrapone críticas y reseñas:
Reviewing is a lesser art, with a more immediate functional purpose. The reviewer’s objective is to express his reactions to a work in such a way that the readers of a given periodical will know whether or not they want to read it. The critic attempts to measure the work by more lasting and more nearly absolute standards, to determine its place, not for the reader of the moment, but for the cultivated mind viewing the entire art of which this work forms a segment.
Que en traducción libre podría ser algo como lo que sigue:
Reseñar es un arte menor, con un propósito más funcional e inmediato. El objetivo del reseñador es expresar sus reacciones ante un libro de tal forma que los lectores de una cierta publicación periódica puedan saber si quieren leerlo o no. El crítico intenta medir la obra con estándares más duraderos y absolutos para determinar su lugar, no para el lector del momento, sino para la mente cultivada que observa al completo la disciplina artística de la que la obra es sólo un segmento. 
No puedo sentirme más identificado con esta descripción del trabajo de un reseñador. La cantidad de libros que se publican hoy en día, incluso si nos restringimos a uno o dos géneros como es mi caso, es inmensa, inabarcable para cualquier lector, por rápido y dedicado que sea. Se hace necesaria alguna forma de separar el grano de la paja, de filtrar lo interesante de lo prescindible. Como lector de reseñas, busco precisamente opiniones que me ayuden a decidir si invierto tiempo y dinero en leer un determinado libro. Como reseñador, intento ofrecer el mismo servicio a quien esté interesado en leer mis opiniones. 

En este sentido, otra distinción importante es que entiendo las reseñas como algo a consumir antes de leer un libro y, por tanto, es vital que eviten cualquier posible spoiler. Por el contrario, las críticas, como análisis más profundos que son, pueden (y, en ocasiones, deben) ser leídas después del libro, puesto que aportan elementos que ayudan a una mayor comprensión y disfrute de la obra. 

Soy consciente de que esta puede ser una visión muy particular y no compartida por todo el mundo. Es posible que ni siquiera mi uso de las palabras "reseña" y "crítica" coincida con las recomendaciones de la RAE y sea simplemente un vicio heredado del inglés. Pero cuando leí la reflexión de Boucher pude por fin ver expresada de forma inequívoca la intuición que tenía desde hace tiempo sobre cuál es mi papel al escribir sobre libros. 

Tengo que claro que mi objetivo como reseñador es recomendar (o no) un libro y no aspiro a nada más, por mucho que la reseña sea un arte menor (como sin duda lo es) frente al mucho más difícil ejercicio de la crítica literaria. Pero para mí es más que suficiente, porque acertar con una recomendación (o encontrar una recomendación que acierta con mis gustos personales) es una de las cosas que más disfruto en la vida. Parafraseando la canción infantil, puedo decir que "yo no soy crítico ni lo quiero ser" y que dejo la tarea de la crítica a personas más capacitadas y preparadas para ello.   

Nota: Este artículo es una versión ampliada del editorial publicado en el episodio número 16 del podcast NeoNostromo. Agradezco a Miquel Codony y Alexander Páez la oportunidad de participar en su programa y la posibilidad de publicar esta versión extendida en mi blog.  

8 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo contigo en todo lo que dices. Estamos (me incluyo como reseñadora) para dar una visión sobre lo que te puedes encontrar en un libro y ver si te apetece o no darle la oportunidad ya que, como bien dices, hay mucha oferta y poco tiempo.

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  2. Muchas gracias. Me alegro de que te haya gustado :)

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  3. Efectivamente, técnicamente una reseña no es lo mismo que una "review". El hecho de que ambas palabras tengan un significado similar y empiecen por "re-" (no es baladí este detalle, que nos lleva al tema de los "false friends") ha contribuido a este uso que, para mí, es principalmente coloquial (porque, supuestamente, en el ámbito académico sí que está clara la diferencia).

    La principal diferencia desde un punto de vista técnico o académico es que la reseña "comme il faut" no es más que una mera noticia, breve, de la aparición de un libro, y no incluye ninguna valoración de la obra, a favor ni en contra, ni se hace análisis alguno de la misma. Pero negar la evidencia de que la mayoría de la gente desconoce estos matices y utiliza la palabra "reseña" con el significado de "review" es un error. Eso sí, reconocer que existe este uso no me compele a hacerlo. Así que seguiré llamando comentarios u opiniones a mis "reviews", contengan o no una valoración, porque, por otra parte, una crítica es mucho más que eso.

    Aquí mi visión del tema desde un punto de vista más o menos clásico: http://jean-mallart.blogspot.com/2013/10/criticas-resenas-opiniones.html y en comentario al texto de Alexander sobre el tema: http://dondeterminaelinfinito.blogspot.com.es/2014/10/resenas-opiniones-o-criticas.html

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  4. Me ha encantado leer este post. No es la primera vez que te lo digo: soy inmensamente feliz desde que descubrí tu blog, porque mis gustos en cuanto a la cifi (y al libro digital vs. papel) son muy cercanos al tuyo y hasta ahora no he encontrado un libro de los que calificas bien que no me haya gustado. Con las reseñas negativas he estado en desacuerdo una sola vez... ☺️
    En tus reseñas, los lectores podemos descubrir nuevos autores, nuevas miradas sobre una obra o conjunto de obras. Tu labor es invaluable y siempre siento gratitud cuando te leo. Un abrazo.

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  5. ¡Gracias, Denise! Me alegra mucho que coincidamos en gustos y que lo que voy comentando en el blog te sirva para descubrir nuevas lecturas :) ¡Un abrazo!

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  6. Me parece estupendo. Tú sigue reseñando y yo sigo leyendo.

    Muchas gracias,

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  7. Sin lugar a dudas, coincido plenamente contigo y con ese párrafo que has compartido. Además, me ha gustado especialmente el matiz de que la reseña se debe leer antes que el libro y la crítica, después. Lo has explicado maravillosamente, gracias.
    Un abrazo y felices fiestas de parte de otra reseñadora orgullosa de serlo :)

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  8. Un artículo muy interesante ahora que todo el mundo tiene un blog de reseñas.

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